martes, 2 de abril de 2013


Escribir no es simplemente eso a lo que estamos obligados en el colegio, escribir es mucho más que acentos, sintaxis, redacciones o dictados, escribir es plasmar algo de ti en unas letras, frases o versos, es dejar conocerte, dar algo de ti, algo bueno, algo diferente... 
Escribir es poner aquellos pensamientos o ideas para emocionar, para hacer reír o comprender, escribir es buscar emocionar, "porque emocionar significa recordar" emocionar a un extraño, compartir sentimientos, frustraciones, compartir sueños. 
Escribir es hacer volar la imaginación,  fantasear, crear dragones y princesas, expectativas y sueños, ver en una imagen toda una historia, ver en las palabras la magia para cambiarlo todo, la magia de hacerte volar. 



viernes, 24 de febrero de 2012

24/02/2012
No saps que t’està passant, perquè de sobte tens aquesta sensació de nervis, de ganes de córrer, d’amagar-te.
Et trobes allà  plantada al mig del passadís, al mig d’un cercle de la poca gent que coneixes, llançant mirades nervioses als més de 15 estranys que estan esperant que obrin la porta de la teva nova classe. T’esforces per  riure les gràcies que fan les teves amigues, el teu riure et sona el més fals i ridícul del món, però saps que elles no ho notaran pas.

Observes com es riuen entre elles amb naturalitat,  fan bromes i es prenen el pèl, s'ho estan passant d'allò més bé, els hi encanta cridar l'atenció. I tu com una ovella espantada! Això abans no se't donava malament, abans parlaves amb desconeguts amb una naturalitat que ara sembla haver desaparegut. Per què? No ho entens, estàs espantada i  tems que els altres et notin tan patètica com et veus tu.

Algú et crida, gires el cap, reconeixes la veu, és un vell amic, anàveu a la mateixa escola. De sobte et sents més segura, amb més confiança, et recrimines com ets d’estúpida per deixar-te espantar per una cosa tan insignificant. T'acostes a ell i somrius amb confiança.

Perquè sempre tindrem por, perquè la por no desapareixerà mai de nosaltres; por al canvi, por de perdre, por a un examen, por a una situació, por a la novetat, por a una persona, por de lluitar.  

Però algú un cop em va dir: “Camina per on mai hagis caminat, trepitja per on mai hagis trepitjat, oblida't del camí que ja has recorregut, camina per on ningú hagi trepitjat abans. Deixa les teves pròpies petjades i no trepitgis les empremtes dels altres, perquè així no deixaràs marca. Si camines per on ja has caminat, només trobaràs el que ja has vist. Que la por no t'impedeixi avançar”.

jueves, 21 de julio de 2011

El sol apunta a lo alto del cielo; es otoño, el viento envía ráfagas de viento y hace bailar las hojas de los arboles que se arremolinan en el suelo formando pequeños tornados de hojas, el sol manda cálidos rayos a las chicas sentadas en la plaza.
Sus risas, incontrolables, hacen eco en el lugar resonando por las paredes de las casas, se calman, se miran y vuelven a saltar en ligeras carcajadas, y así son, unas risas fáciles, inocentes, despreocupadas, cálidas, libres y limpias, capaces de alegras el corazón mas triste y alegrar el peso de cualquier alma desanimada.
Mia, en medio de aquel descontrol consigue –sin saber como- aserenarse sin que las risas vuelvan a  atacarla. Sus ojos brillan y la miel de su iris más, limpia y libre que nunca, reflejen la alegría y el bienestar que su cuerpo también siente. Mira el cielo por unos segundos -hoy el parece mas bonito que nunca- y busca en el bolsillo de su desgastada cazadora tejana su móvil. Son las 12:27. Vuelve a guardarlo. Alarga la mano hasta su cuello, nota el tacto de la plata desgastada rodeando su cuello y lo saca.
El regalo de su abuelo, el reloj antiguo colgado del cuello, la plata desgastada reluce bajo el sol. Acaricia con la yema de los dedos la inscripción de la tapa “tempus fugit”. Abre la tapa del reloj. Observa las agujas paradas, reposan marcando las 19:40. Sonríe acariciando las horas. Cambia las agujas de hora a lo que ella cree que son más o menos las 12:27.
-¿Qué haces, Mia?- pregunta Izzy observando el reloj en sus manos
Mia cierra la tapa del reloj y vuelve a colgarlo den su cuello, bajo la camisa, nota la frialdad de este al contacto con su piel justo a la altura del corazón.
-Nada-asegura ella con una sonrisa, mira a su otras dos amigas que siguen riendo mientras intentan hablar, casi con lagrimas en los ojos, presas de esa felicidad momentánea y placentera y Mia vuelve a reír, sumiéndose de nueva en esa felicidad.



No desperdicies ni un minuto de tu vida, Mia. El tiempo pasa volando cariño, incluso el día mas largo llega a su fin, pero tu, Mia, guarda aquellos momentos buenos de cada día, recuerda que en un minuto hay muchos días, el tiempo se va para no volver cariño, guárdalo aquí en el corazón y una parte nunca se ira. Si amas la vida, no pierdas el tiempo y guarda los buenos momentos, de tiempo está hecha la vida”

Con el reloj parado en el mejor momento del día, donde las risas han llenado el ambiente y la felicidad y alegría casi podías tocarla con los dedos, con ese momento parado en el corazón ara no olvidarlo ni dejarlo marchar.

miércoles, 6 de julio de 2011

RELATO 6 (5-6-2011) POR MIA
Respira hondo hasta que el aire ha llenado todos sus pulmones y salta, salta entre risas que no ha podido contener al ver su mirada juguetona recorriendo su cuerpo al saltar, se traga media piscina pero eso hoy no le importa, porque hoy es feliz.
Sus brazos, dorados por el sol, la sujetan por la cintura y la sacan del agua, sus cabellos rubios le tapan la visión y él, con una de sus manos le aparta el mechón de oro con suavidad, ella sonríe cuando su dedo traviesa su cuello y su mandíbula, resiguiendo sus labios, mandando enteras descargas que le sacuden el cuerpo –o más bien el corazón- de arriba abajo. Se miran fijamente a los ojos y Adam sonríe cuando entonces la besa, cierra los ojos por un segundo dejándose llevar por ese amor, y rapidamente los vuelve a abrir pero su adorable acompañante de piel blanca no los ha cerrado.

 Los dos, con los ojos abiertos, mirándose, sin perder el mas mínimo detalle de cada uno, estudiándose.
Cuanto daría ella por cerrar los ojos ante el placer de ese beso pero el no poder ver, o pensar siquiera en perder de vista esos ojos miel que tanto ha amado y que ahora tiene por fin a su alcance la pone histérica.
Y se siguen mirando de un modo hipnótico mientras sus labios se unen, sus corazones se hablan y sus miradas se besan

jueves, 28 de abril de 2011


RELATO CINCO  (12-4-2011) POR MIA


-Hazlo, va, de verdad, no pasará nada malo, confía en -me apresuró ella con un pañuelo en las manos, y después de muchas quejas por mi parte, me cubrió los ojos con el antes de subir a su coche 

El trayecto no fue tan corto como esperaba, pero cuando Neus me ayudó a bajar de su flamante coche, sentí el suave sonido de los árboles rozando con el viento y el olor de rosas y naturaleza provocaron en mí, una tranquilidad inmediata, incluso con los ojos cerrados intenté imaginar una discoteca allí en medio, pero la falta de ruido en el ambiente me hizo desconfiar.



- Neus? -Pregunté pero antes de que nadie me contestara sentí un aliento en mi nuca.
No sé si me asusté, más bien no sé si mi mente o mi corazón se asustaron pero mi cuerpo estaba extrañamente tranquilo, calmado, como si inconscientemente él ya supiera que aquí estaba seguro. Una mano cálida envolvió una de las mias para después de acariciarlas por unos segundos estirar levemente de ellas para hacerme avanzar.

- Neus?-Pregunté en voz baja como si temiera que el poseedor de esa mano me escuchara, pero él siguió tirando de mis manos con suavidad, el rugido del motor de mi amiga me anunció que ya no se encontraba aquí, enviando un escalofrío en mi columna vertebral y así teniendo por fin una reacción natural en mi cuerpo. Intenté tirar el pañuelo que obstruía mi visión pero otra mano me impidió.

Y ese ser que me guiaba se detuvo de pronto, volví a notar su respiración en mi nuca y unos labios depositar un suave beso en mi cuello, y, incluso con los ojos vendados, mis ojos, se cerraron al dulce contacto de esos labios, y una ligera sonrisa se formó en mi rostro al sentir una barba desarreglada rozar mis hombros desnudos.

- Alex, eres tú?-Murmuré presa de una tranquilidad agradable, segura y extraña.

-Shh-susurró aquella persona, pero ya era demasiado tarde, lo quería demasiado como para que mi corazón no distinguiera su sonido, sonreí. Su dedo se puso en mis labios suavemente y sus labios rozaron esta vez mi nariz. Mis pies se sentían flácidos, no tocaba tierra, era más bien como estar sobre una nube, temí caer en cualquier momento. Casi por instinto hice mi cuello atrás y una risa inundó mis sentidos, su risa.

Sus labios se acercaron a mi oído y mi cuerpo estalló en escalofríos, mi estómago en un campo de mariposas, "te quiero princesa" me susurró al oído mientras desataba el pañuelo de mis ojos. Y fue en ese momento, en el que sus labios bajaron por mi cuello, cuando mis ojos vieron el campo que mi olfato había captado y donde aquí estaba extendido el olor de rosas que me había llamado tanto la atención.

Había escrito un "te quiero" con cientos y cientos de capullos de rosas rojas extendidos por el campo, rosas rojas como su amor por mí, como mi amor por él, como nuestro amor, que seguía vivo como el fuego.

- "Me lanzaré al fuego por tu dulce amor" .- me susurró Alex, citando Shakespeare, el sueño de una noche de verano, el libro que había unido nuestro camino. Y al fin mis labios volvieron a saborear los suyos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Quien no me conozca dirá simplemente soy rara, quien me conozca dirá que solo soy diferente
Quien no me conozca dirá que estoy pirada y siempre alegre. Quien me conozca dirá que soy borde y llorona.
Quien me conozca dirá que soy una mujer detallista, que prefiero observar los pequeños actos. Sabrá que prefiero pasar una tarde con un buen libro en mano que bailando entre inmaduros adolescente en una discoteca de pueblo.
Sabrá que me gustan mil colores diferentes, que me encanta el naranja, el azul, el marrón, el negro, el amarillo, verde, lila, pero que odio el rosa
Que tengo mil doscientas manías, o quizá más.
Conocerá que mi sueño es viajar alrededor del mundo pero me da miedo estar sola, me encanta pasear por las calles por la noche y me da miedo la oscuridad, que odio que me interrumpan mientras leo, que me hago la valiente pero nunca he visto una película de miedo, que me encanta observar la lluvia desde la ventana pero que no puedo dormir en noches de tormenta, y que me pongo nerviosa si no llevo mi reloj en mi muñeca derecha.
Que me encantan los kiwis y me vuelven locas las fresas con nata.
Si me conoces sabrás que solo me arreglo los sábados, que me gusta salir por la mañana, sentarme en la orilla del mar, y el olor a sal que se queda en el pelo.
Que no puedo vivir sin caramelos de miel y que no voy a ningún lado sin mi ipod.




Quien me conozca comprenderá que solo soy una chica con ansia de conocer mucho mas, de volar la imaginación, de reír y llorar,  de viajar y soñar con dragones… de crecer y de no crecer jamás.
Porque no me considero ni rara ni diferente, ni simple ni complicada, solo me considero yo.



 
Porque cuando alguien a quien quieres se va, intentas detenerlo con las manos, y esperas atrapar así también su corazón. Pero no es así. El corazón tiene piernas que no ves.